Cuando yo fui a Bariloche por un fin de semana fui una restaurante que se llamaba “Parrilla Refugio del Montañés.” Mis amigos y yo fuimos porque era cumpleaños de mi amigo. El interior no era muy interesante. Había muchas mesas y sillas de madera. Arriba de las mesas había manteles, muy lindas. Todo el interior era de madera, me gusto mucho. Sin embargo, cuando fuimos no había mucha gente, entonces, el ambiente no era muy bueno. Pero, pues estaba con mis mejores amigos era un buen momento.
La carta tenía muchas cosas. Había ensaladas, empanadas, lomo, pollo, pescado y otras cosas no me acuerdo ahora. En realidad, era una parilla, entonces todos pidieron lomo. Algunos pidieron bife de chorizo y otros pidieron bife de lomo eran muy rico. Fue uno de los mejores lomos que yo he comido en todo mi vida. También, nosotros tomamos vino tinto de la casa, era muy barato y no era muy malo. Había muy bueno servicio porque nosotros éramos las únicas personas que estaba en la restaurante.
Había diferencias con los restaurantes en los Estados Unidos. Primero, el agua no es gratis, era diez pesos por una botella de agua, es ridículo. El agua siempre debe ser gratis. Otra diferencia es cuando el camarero nos trajo la comida, el trajo toda la comida en el mismo plato y ponía en los paltos enfrente de nosotros. Era muy extraño.
Buena Suerte
William Lawson
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